10 curiosidades de los bebés

¿A quién no le gustan los bebés? ¡A todo el mundo le gustan los bebés! Tan pequeñitos, tan blanditos, tan suavecitos. Y a la vez, tan enigmáticos e increíbles. Estos seres humanos en miniatura esconden muchas diferencias con su futura versión adulta. Hoy te quiero contar 10 curiosidades de los bebés que te van a sorprender.

No tienen lágrimas

Los bebés suelen nacer con los conductos lacrimales sin terminar de desarrollar. Eso les impide emitir lágrimas cuando lloran, pero no quiere decir que no lo hagan de verdad. Mucha gente cree que fingen el llanto, y no es así. Como media, a partir de los dos meses el conducto termina su desarrollo y empiezan a salirle pequeñas lágrimas. Hay que tener especial cuidado al principio y vigilar mucho los ojos de los bebés. Si pasado un tiempo prudencial desde el nacimiento, notamos que no producen nada de lágrimas, o por el contrario producen muchas, habría que visitar al pediatra. 

Pueden tragar y respirar a la vez

Hasta los siete meses de edad (o incluso más), los bebés tienen la laringe muy arriba, lo que les permite mamar y respirar a la vez, sin atragantarse. Esto es lo común en todos los mamíferos, pero en los humanos hay una pequeña gran diferencia: nuestra laringe se va bajando meses después de nacer. Esto tiene un efecto negativo y otro muy positivo. El negativo, es que perdemos la capacidad de tragar y respirar a la vez. Pero la parte positiva es una de las que nos han hecho evolucionar más como especie: tener una laringe baja nos permite generar más sonidos y ha sido muy importante en el desarrollo del lenguaje y la comunicación entre nosotros.

Los bebés pueden tragar y respirar a la vez.
Los bebés pueden tragar y respirar a la vez. Los adultos podemos morir por ello. Crédito: ManuelPacheco

Tienen muchos más huesos

Los bebés nacen con 300 huesos, muchos más de los 206 que tiene una persona adulta. Además son blandos y cartilaginosos, principalmente para facilitar el parto. Con el paso del tiempo, y al crecer, muchos de esos huesos primigenios se van fusionando, transformando las partes formadas por cartílagos en huesos de verdad. Se estima que este proceso puede llegar a durar hasta los 25 años, por lo que es muy difícil que una persona normal pueda crecer más allá de esa edad. Es entonces cuando los huesos han alcanzado su tamaño máximo, y el cuerpo solo puede crecer (en altura) si se alagan los huesos.

Sus sentidos funcionan distinto

Al nacer, los bebés llegan a un mundo nuevo plagado de sensaciones. Sus sentidos tardarán un tiempo en adaptarse a su nuevo entorno. Hay que tener en cuenta que acaban de pasar meses dentro de un medio acuoso.

El sentido que tienen más desarrollado durante sus primeras semanas de vida es el olfato, y normalmente es el que utilizan para reconocer a su madre.

Por el contrario, tienen una vista bastante mediocre, que tardarán en perfeccionar. Inicialmente verán sombras y formas, y sus ojos solo sabrán enfocar objetos que tengan bastante cerca.

La vista de los recién nacidos tardará un tiempo en desarrollarse
La vista de los recién nacidos tardará un tiempo en desarrollarse. Crédito: blankita_ua

Con respecto al sentido del gusto, te diré que todos nacemos con unas 10.000 papilas gustativas, que vamos perdiendo con el paso del tiempo.

El oído también lo tienen bastante desarrollado, pudiendo identificar el origen espacial de un sonido desde pocos minutos después de nacer. Además, reconocen la voz de su madre o incluso la de su padre u otros familiares.

Por último, el tacto es el sentido que más van a utilizar para explorar el nuevo mundo que les rodea. Al principio, la zona que tendrán más sensible al tacto será la boca, y por ello es frecuente que todo lo que agarren lo metan ahí.

Sus ojos son muy especiales

El tamaño de nuestros ojos permanece casi inalterable durante toda nuestra vida. Es decir, nuestros ojos al nacer crecerán solo un 25% más antes de llegar a su tamaño máximo. Es por esto que parece que los bebés tienen los ojos muy grandes. Por otro lado, muchos recién nacidos tienen los ojos de color claro, aunque no vaya a ser el tono definitivo. Esto es debido a que las células productoras de melanina de sus ojos aún no están maduras. Poco a poco irán generando esa melanina y dando meses después el color definitivo a los ojos.

Por cierto, este color viene exclusivamente definido por la genética del bebé, así que cualquier cosa que te digan diferente, no es cierta. Por ejemplo, existe el mito que dice que un bebé tendrá ojos claros mientras se esté alimentando de leche materna. No es cierto.

Su vello y cabello son temporales

El cuerpo del recién nacido normalmente está cubierto por una especie de vello, por lo que puede dar la sensación de que el niño va a ser velludo. Ni mucho menos. Se trata del denominado lanugo: una capita temporal de pelito que cubre las principales parte del cuerpo del bebé. Su función principal es proteger la piel en sus primeras semanas de vida. Se caerá solo.

Por otro lado, tampoco te fíes mucho de la forma, color ni estructura del cabello del bebé. También es temporal, y será reemplazado por el definitivo en pocos meses.

Tienen reflejos automáticos

Como la mayoría de los animales, todos nacemos con unas funciones preprogramadas de fábrica. Una de las más fascinantes curiosidades de los bebés son sus reflejos. No solo por su cantidad y diversidad, sino porque muchos de ellos desaparecerán con el tiempo. Se estima que pueden llegar a ser más de 70, y entre ellos por ejemplo destaco:

  • Reflejo de sobresalto: extender los brazos y abrir las manos cuando siente falta de apoyo.
  • Reflejo de marcha: en determinadas posiciones, el recién nacido mueve sus piernas como si quisiera andar. ¡Esto está activo incluso a los pocos minutos de nacer!
  • Reflejo de prensión: el bebé intenta agarrar, cerrando su mano, cuando se le toca en la palma de la misma. También sucede en los pies. ¡Por eso es tan difícil ponerle los zapatitos!
  • Reflejo de gateo: si el bebé está tumbado boca abajo y le presionas la planta del pie, entonces él estirará la pierna y empujará su cuerpo hacia delante.
  • Reflejo de Babkin: el bebé abre la boca si se le aprietan las manos.
Reflejo de prensión: el bebé cierra la mano si se le toca la palma
Reflejo de prensión: el bebé cierra la mano si se le toca la palma. Crédito: harmoluk

Caca, culo, pedo, pis

Desde la semana 11 del embarazo, el feto ya tiene la capacidad de orinar. Y claro, lo hace dentro de la placenta, por lo que literalmente estará rodeado de su propio pis. Pero no hay problema, ya que esta orina no es perjudicial ni para él ni para la madre.

Con respecto a su caca, hay mucho que decir. Durante los primeros días, el recién nacido tendrá una caca muy rara: negra, pastosa y pegajosa. Es normal, y se llama meconio. Esto durará poco, ya que con los días irá transformándose en la «caca de bebé». Los padres deben acotrumbrarse a que, al alimentarse solo de leche materna, es bastante improbable que las heces del bebé sean duras, sino todo lo contrario. Por eso manchan tanto. Además la harán muchas veces. Muchas. Así que paciencia.

¿Saben bucear de forma innata?

Ojo con esto. Una de las curiosidades de los bebés más extendida es que, durante los primeros meses, pueden ahogarse en el agua. Y eso no es verdad realmente. Sí es cierto que nacen con el llamado reflejo de inmersión: evita de forma automática respirar si está bajo agua. Pero es una capacidad que perderán rápidamente en poco tiempo, si no la practican. De hecho, pueden aguantar así unos pocos segundos sin respirar. Luego necesitarán oxígeno como todos los humanos.

Enseñar a nadar a los recién nacidos es una muy buena idea. Crédito: 947051

¿Y por qué tienen esa capacidad de aprender a nadar tan rápidamente? Pues porque ya nacen con esa parte preprogramada en su cerebro. La combinación de varios reflejos ya explicados, junto con el reflejo de natación, hacen que el bebé, en contacto con el agua, nade instintivamente. Por desgracia, y como ocurre con los demás reflejos, se perderá, aunque puede evitarse en este caso si se practica. Así que la natación es una idea excelente para los bebés, ¡pero no se te ocurra tirarlos directamente en la piscina a su suerte!

Bebés con ano imperforado

El ano imperforado es un defecto con el que nace uno de cada 5.000 bebés. Consiste en que la abertura normal del ano no existe, o está cerrada. Estos bebés, al no tener dicho orificio, o tenerlo localizado en un lugar anormal, no pueden eliminar las heces y tienen la barriga hinchada. Es necesaria una cirugía de urgencia llamada colostomía, y es muy probable que se tengan que hacer más cirugías futuras. No se conoce la causa exacta de esta anomalía, pero se debe a un desarrollo anormal del recto del embrión durante el embarazo.

¿A que ahora, después de conocer estas curiosidades de los bebés, ahora estas criaturitas te parecen de lo más curioso? Como siempre digo, la naturaleza es fascinante. Si te ha gustado el artículo, estaría genial que lo compartieses en redes sociales. ¡Gracias!

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