Haz esta prueba, en un ambiente lo más silencioso posible: siéntate relajado y coloca tus dedos bajo tu garganta. Fíjate dónde están conectados los electrodos en la persona de la imagen principal de este artículo. Pon delante de ti un texto cualquiera, cierra los ojos y concéntrate. Ahora ábrelos y lee el texto para ti mismo, sin hablar. ¿Notas algo en los dedos? Si es así, enhorabuena, has descubierto el habla subvocal: los músculos de tu garganta se mueven aunque no estés hablando. Y con esto te pueden leer el pensamiento.
Qué es la lectura subvocal
Es algo que hacemos constantemente. La lectura subvocal es hablar para nosotros mismos. Ya sea leyendo en silencio un buen libro, o cada vez que nos perdemos en nuestros propios pensamientos. Llevamos toda la vida pensando que se trata de un proceso únicamente mental, y que solo está involucrado el cerebro en él. Pero muchos experimentos han demostrado que no es así.
Lo que ocurre en nuestro cuerpo lo explica perfectamente Chuck Jorgensten, jefe del equipo de investigadores de la NASA, referente en el desarrollo de esta tecnología:
Cuando leemos o hablamos para nosotros mismos aparecen unas señales biológicas con o sin movimiento facial o de los labios. Una persona que utiliza el sistema subvocal piensa frases y habla consigo misma tan calladamente que no se la oye, pero la lengua y las cuerdas vocales reciben las señales del habla desde el cerebro.
Fascinante, ¿verdad?
Experimentos para leer el pensamiento utilizando el habla subvocal
Este proceso humano se empezó a estudiar por Curtis & Lewis en 1969. Fueron los primeros en colocar electrodos en lugares opuestos sobre el cartílago tiroides. En los años posteriores, a medida que la electrónica iba avanzando, otros grupos realizaron más experimentos con diferentes resultados, pero bien encaminados. Hasta que en 2004, el Centro de Investigaciones Ames de la NASA, liderados por el citado Chuck Jorgensten, consiguió traducir las señales obtenidas en palabras, con bastante efectividad.

Desde ese momento hasta nuestros días, la tecnología se sigue investigando en todo el planeta. Por ejemplo, en la Universidad de Pamplona (Colombia) destaca un trabajo llevado a cabo en 2013 por Luis E. Mendoza, Jesús Peña y otros compañeros. Utilizando redes neuronales, obtuvieron unos resultados muy parecidos a los del equipo de investigación de la NASA.
Cómo funciona el reconocimiento del habla subvocal
Los pasos que siguieron en sus experimentos, y que han ayudado a crear una «máquina» que lee el pensamiento de cualquier persona, son bastante simples:
- Se colocan dos pares de electrodos en el cuello del sujeto. Un par bajo la lengua y otro a ambos lados de la nuez.
- El sujeto lee para sí mismo (lectura subvocal) una serie de palabras que están previamente escogidas.
- Los electrodos recogen las señales y las envían a un ordenador, el cual inicialmente realiza un proceso de limpiado para eliminar interferencias.
- La información recibida alimenta a una red neuronal que poco a poco va modificándose a sí misma, y aprendiendo a identificar las palabras cada vez con mayor precisión.
- La red neuronal devuelve una salida, que puede luego enviarse a otro programa de generación de voz.
Usos del habla o lectura subvocal
Se trata de una tecnología con infinidad de usos y aplicaciones prácticas. Por ejemplo:
- Permitiría expresarse a personas con problemas en las cuerdas vocales.
- Ayudaría a la comunicación en ambientes de mucho ruido, o cuando fuera peligroso emitir sonidos, como en situaciones bélicas.
- Permitiría a los astronautas poder controlar cualquier mecanismo de su nave, en caso de haber sufrido alguna lesión.
- Sería un estupendo sistema de comunicación entre hombres y máquinas.
- Podríamos hablar todos por la calle con el móvil, pero sin mover la boca ni emitir sonidos.

Conclusión: ¿un sistema efectivo para leer la mente?
Hasta el momento, los resultados indican que se trata de un sistema menos fiable y eficaz que el reconocimiento del habla. Actualmente hay sistemas de reconocimiento de voz con escasa tasa de fallos. Por el contrario, los procedimientos desarrollados basados en el habla subvocal rondan el 75% de aciertos. Aunque aún no es suficiente, yo personalmente confío en que se encontrará la forma de perfeccionar la tecnología.
Hay que tener en cuenta que el reconocimiento del habla subvocal permitiría «leer la mente» de una persona sin que ésta hablara. Y todo de forma mucho menos invasiva. Hay numerosos estudios que pretenden hacer lo mismo, implantando electrodos directamente en el cerebro. Yo paso de que me hurguen ahí dentro. ¿Y vosotros?