¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?

De entre todas las decoraciones navideñas, sin duda el árbol es la más extendida y conocida. Su historia se remonta mucho más atrás de lo que nos imaginamos, y por ello existen varias teorías para explicar su procedencia. A continuación intentaremos explicar cuál es el origen del árbol de Navidad, y su significado.

Yggdrasil: el árbol de la vida

La Naturaleza siempre ha sido un elemento importante en las culturas ancestrales. Los antiguos pueblos del norte y centro de Europa tenían una cosmología que representaban a través de un fresno gigantesco al que llamaban Yggdrasil. No nos vamos a extender demasiado aquí explicando este símbolo, pero en él estaban comprendidos los nueve mundos que formaban el universo de la mitología nórdica.

Cada solsticio de invierno, realizaban una celebración en su honor. Esta fecha es especialmente celebrada por multitud de culturas, ya que simboliza el fin de las noches largas, y prepara el camino para la llegada de la primavera.

Yggdrasil: árbol de la vida y el universo nórdicos
Yggdrasil: árbol de la vida y el universo nórdicos

Más concretamente, estos pueblos celebraban por esas fechas el nacimiento del dios Frey, símbolo del Sol, la prosperidad y la fertilidad. Y para ello adornaban árboles con antorchas y otros elementos, y realizaban diferentes rituales a su alrededor.

Adopción del árbol de Navidad por la tradición cristiana

Según la mayoría de las fuentes, el árbol de Navidad fue incorporado al cristianismo sobre el año 740 por San Bonifacio, patrón de Alemania, el llamado «apóstol germánico». Él fue el encargado de divulgar esta religión precisamente por la zona donde habitaban los pueblos anteriormente citados. Bonifacio, que era muy listo, rápidamente se dio cuenta que iba a costarle mucho sacar de la mente de esas gentes, sus arraigadas creencias. Así que hizo algo que el cristianismo ha hecho muchas veces en la historia: incorporar para sí tradiciones paganas, trayéndose consigo a sus creyentes.

San Bonifacio talando una representación del Yggdrasil
San Bonifacio talando una representación del Yggdrasil

Según se cuenta, Bonifacio cortó uno de los árboles que estas gentes adornaban (un roble o fresno seguramente), y (permitidme la expresión), plantó un pino en su lugar. Con ello, quería alterar el simbolismo original, para darle un toque más cristiano. La no caducidad del pino representaba el amor eterno de Dios, y su forma triangular (al parecer), la Trinidad. Lo adornó con manzanas como símbolo del pecado capital y la tentación. Además, le colocó velas, como icono de la luz de Jesucristo.

Expansión de la tradición del árbol de Navidad

Desde que Bonifacio rediseñó la representación del Yggdrasil para el beneficio de la iglesia, tuvieron que pasar bastantes años para que poco a poco fuera aceptado y seguido. Además, hacía falta tiempo para que esos pueblos nórdicos fueran poco a poco siendo asimilados en la doctrina cristiana.

Según las fuentes, el primer árbol navideño «moderno» se colocó en Alemania en 1605. No tardó mucho tiempo para que la costumbre se propagara por todo el territorio germano a lo largo del siglo XVII, para luego expandirse a los países escandinavos. Eso sí, sólo las familias pudientes podían permitirse el gasto que conllevaba una decoración de estas características. La gente humilde tenía que desplazarse hasta las iglesias para poder ver uno de estos árboles de cerca.

El salto a Inglaterra se hizo en 1829, y se afianzó aún más en 1841, gracias al príncipe Alberto, el entonces marido de la reina Victoria. Conoció de la existencia de esta tradición en Alemania. Él fue quien introdujo esta «nueva moda», poco después de contraer matrimonio con la Reina. Se instaló un gran árbol en el castillo de Windsor, el cual como ocurre en estos casos, marcó tendencia.

Representación del árbol de Navidad montado por la Reina Victoria y el Príncipe Alberto
Representación del árbol de Navidad montado por la Reina Victoria y el Príncipe Alberto

España tardó un poco más en llegar: sobre el año 1870, Sofía Trubetskaya, la esposa del Duque de Morny, de origen ruso, fue la culpable. Conoció de la existencia del árbol en uno de sus viajes por Europa, y decidió montar el suyo propio en su castillo. Y ya se sabe, árbol veo, árbol quiero.

En 1878, en Núremberg, Alemania, se colocó el primer árbol de Navidad en la calle, para disfrute de todos. Fue en el contexto del famoso mercadillo que la ciudad monta cada año.

Llegada del árbol de Navidad a Latinoamérica

En el Nuevo Continente la Navidad se celebraba desde que Colón pisó sus tierras. La primera vez fue el 25 de diciembre de 1492, en la isla «La Española». De hecho, allí se construyó un fortín al que llamaron «La Navidad».

Según los historiadores, en 1864 Maximiliano de Habsburgo y su esposa llegaron a México para tomar posesión de sus nuevos cargos. Ellos fueron quienes instalaron el primer árbol navideño en el castillo de Chapultepec, aunque la costumbre duró poco: justo hasta la caída del monarca.

Pocos años después, en 1878, el general Miguel Negrete quiso retomar la tradición, y colocó un gran árbol en su casa (se dice que el más grande del mundo en su momento), el cual fue visitado por personas influyentes y, lo que es más importante, por la prensa. En poco tiempo empezaron a verse arbolitos por las calles y en las casas de todo el país, y prácticamente de todo Latinoamérica.

El árbol de Navidad en Estados Unidos

La llegada de la tradición a los Estados Unidos fue bastante más temprana que en la parte sur del continente. En 1776, George Washington estaba en guerra contra los alemanes hessianos. Esta contienda tuvo lugar precisamente durante la época navideña, y para esa fecha los germanos ya tenían bien arraigadas sus costumbres, y le daban tanta importancia que prácticamente le costaron la guerra.

Muchos de los alemanes derrotados se quedaron en Estados Unidos, y con ellos sus tradiciones, y entre ellas cómo no, la del árbol de Navidad. Los americanos pronto vieron una oportunidad de mercado en él, así que, mitad costumbre, mitad producto, los arbolitos plagaron el país. Además, empezaron a adornarse con otro tipo de objetos menos tradicionales, como dulces de azúcar, muñecos o galletas.

El árbol de Navidad es un elemento muy importante en las fiestas estadounidenses
El árbol de Navidad es un elemento muy importante en las fiestas estadounidenses

Actualmente, como todos sabemos, la Navidad en general, y el árbol en particular, es una de las tradiciones más importantes a nivel emocional y turístico de Estados Unidos. Quizá de ahí viene el mito de que los europeos adoptamos el árbol de Navidad de los americanos, cuando la realidad es que fue todo lo contrario.

Significado de los adornos navideños

Desde su origen, el árbol de Navidad ha sido adornado con diferentes objetos, los cuales han variado en cada época y lugar. Esto es un resumen no exhaustivo de los adornos más utilizados:

  • Ángeles: se suelen colocar en lo alto del árbol, para representar al arcángel Gabriel, que participó de la Anunciación de María.
  • Bolas: representación de las manzanas que se colocaban al principio de esta tradición. Simbolizan fertilidad y abundancia.
  • Campanas: sirven para ahuyentar los malos espíritus, así como recordar la alegría por el anuncio del nacimiento de Jesús.
  • Estrellas: también se colocan en lo alto del árbol (en vez del ángel), para representar la estrella (cometa) que guió a los Reyes Magos hacia el pesebre de Belén.
  • Guirnaldas: son adornos bastante más actuales, que aparte de dar vistosidad, representan la unión familiar y de los seres queridos.
  • Lazos: mismo sentido que las guirnaldas.
  • Luces: son la versión moderna de aquellas primeras velas que se colocaban para alumbrar el árbol, y representar la luz de Jesucristo. Ahora son de muchos colores y con efectos especiales, así que el sentido que tenían originalmente se ha perdido bastante.
  • Piñas: son símbolo de esperanza e inmortalidad.

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