La tos, aunque sumamente molesta, es un mecanismo de defensa del organismo. Su función es liberar y limpiar las vías respiratorias de polvo y otros cuerpos extraños. Normalmente es un acto reflejo del cuerpo, aunque también puede provocarse voluntariamente. Existen muchos y muy variados medicamentos para el tratamiento de la tos, pero antes es importante saber qué factores la ha provocado y de qué tipo es.
Causas de la tos
De entre todos los factores que pueden provocarnos tos, quizá el más común sean el catarro o resfriado, aunque también es bastante frecuente la alergia. Asimismo otras afecciones menos pasajeras pueden causarla. Entre ellas, podemos citar el asma, la neumonía, la bronquitis, el tabaquismo o el cáncer de pulmón.
Cuidado, no queremos asustar a nadie: normalmente si el episodio de tos no dura más de 3-4 semanas, no hay de qué preocuparse. Incluso en el caso de que tengamos tos continua durante más de un mes, tampoco quiere decir que sea nada grave. Aunque sí deberíamos consultar con nuestro médico.
Tipos de tos
Para saber cómo tratarnos, lo más importante a priori es identificar el tipo de tos que estamos padeciendo. Principalmente las más frecuentes son de dos tipos:
Tos seca o improductiva
Como su nombre indica, no genera expectoración. No se expulsan flemas ni mocos. En principio no parece tener ningún objetivo beneficioso para el organismo, y es sumamente fastidiosa. Genera irritación, dolor, cansancio y hasta desesperación a quien la padece. Suele estar causada por infecciones víricas o bacterianas, el humo del tabaco o incluso puede tener un origen nervioso.
Tos húmeda o productiva
Al contrario que la anterior, este tipo de tos sí tiene como objetivo la expulsión de secreciones de las vías respiratorias. La tos viene acompañada de mocos o flemas. Normalmente está causada por un resfriado, gripe, neumonía o bronquitis. Es sumamente necesaria para la recuperación de la dolencia que tengamos y no debe anularse artificialmente.
Medicamentos para la tos
Existen una gran variedad de medicamentos para la tos, que deben ser siempre prescritos por el médico, después de que haya realizado un análisis concreto del caso. Como siempre, es una mala práctica la automedicación, así que desde aquí aconsejamos siempre seguir las indicaciones de nuestro doctor.
Entre los distintos medicamentos que pueden administrarse para la tos, encontramos mucolíticos, expectorantes, antitusivos, demulcentes, broncodilatadores y antiinflamatorios.
Medicamentos para la tos seca
Como hemos visto, este tipo de tos no provoca ningún beneficio al organismo, por lo que el médico, si no existe ninguna contraindicación que lo impida, se centrará en eliminarla. Aquí entran en juego los antitusivos, que intentan calmar la irritación durmiendo la zona que nos pica y que provoca el reflejo de la tos. Entre ellos tenemos la famosa codeína (presente en el algidol y desaconsejada para menores de 12 años), la noscapina, o el dextrometorfano.
No conviene abusar de estos medicamentos, ya que su base son los opiáceos, o derivados sintéticos de los mismos. Pueden provocar somnolencia, molestias gastrointestinales y afecciones en la piel. Y si se sobrepasa la dosis, incluso adicción.
Hay que tener en cuenta también que los episodios de tos seca pueden ser bastante largos (varias semanas), y desesperar al afectado. Esto puede provocarle nerviosismo o ansiedad, lo cual aumenta aún más la irritación, provocando tos nerviosa. Por ello, es también recomendable tomar calmantes naturales e intentar estar tranquilo. Importante destacar también el gran papel que juega en la recuperación el efecto placebo.
Medicamentos para la tos con flema
En este caso lo que se pretenderá con toda probabilidad es facilitar la expulsión de las flemas y secreciones que se están generando dentro de las vías respiratorias. Es decir, el objetivo no es frenar la tos, sino ayudar al organismo a realizar esa función limpiadora.
Serían efectivos, pues, los mucolíticos, ya que su función es la de reducir la viscosidad de esas flemas, para que sea más sencilla su expulsión. Por otro lado, los expectorantes intentan ayudar al enfermo a toser, si es que tuviera dificultades para hacerlo, estimulando los mecanismos bronquiales para eliminar el moco.
Alternativas naturales
De todas formas, recuerda que siempre puedes echar manos de alternativas naturales para remediar los efectos de la tos. Como los medicamentos, ninguna solución es mágica, pero seguramente te aliviará:
- Té de jengibre.
- Té con miel.
- Inhalación de vapor de agua con eucalipto.
- Hacer gárgaras con agua y sal.
- Sopa de miso.
- Yogur natural.